Neil Gaiman es de ideas fijas, y parece que le gusta repetir con los ilustradores que mejor le funcionan. En esta ocasión se trata de Chris Ridell ilustrando el relato La joven durmiente y el huso, una magistral vuelta de tuerca a cuentos clásicos como Blancanieves o La bella durmiente. No es la primera vez que tenemos este libro en castellano, pero aprovecho que Salamandra acaba de reeditarlo para mostrároslo, me encanta el uso de los dorados en las ilustraciones, que acompañan muy bien a un texto muy entretenido.
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