A veces hay señales que uno no puede ignorar, hacía tiempo que tenía ganas de releer Coraline, pero cuando me puse a ello me topé con un tamaño de letra que me resulta incómodo de leer, algo que lamentablemente me ocurre cada vez más a menudo (el drama de envejecer delante de una pantalla y de tener la vista cansada), y cuando ya estaba planteándome comprar alguna edición digital para leerla en mi lector electrónico di con esta maravilla publicada por Salamandra. Me compré la edición en catalán pero he visto que ha salido en multitud de idiomas, el tamaño de página y de la fuente es impresionante, y las ilustraciones de Aurélie Neyret acompañan muy muy bien al texto de Neil Gaiman. Ahora sí, puedo volver a disfrutar de esta gran obra como merece.
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